Los coches de choque forman parte de la memoria colectiva. De niños eran pura emoción, y de adultos, pura nostalgia. Pero detrás de esta atracción tan popular hay una historia fascinante y mucha más ciencia de la que parece.

Coches locos, coches chocones y coches o autos de choque, ¿qué son?

Da igual cómo los llames: coches locosautos chocones o coches de choque. Todos hacen referencia a la misma atracción, una de las más queridas en ferias y parques. Son pequeños vehículos eléctricos que se mueven por una pista metálica y que, a diferencia de casi todo lo demás, se disfrutan precisamente cuando chocan.

La atracción lleva décadas siendo protagonista en las ferias y parques de todo el mundo, junto con otras clásicas como el tiovivo o las montañas rusas. Y, aunque parezca una simple diversión de feria, lo cierto es que tiene su propia historia, curiosidades e ingeniería.

Origen e historia de los coches de choque

Los primeros coches de choque surgieron a principios del siglo XX, en Estados Unidos. Eran muy rudimentarios, formados por estructuras metálicas, ruedas duras y un sistema eléctrico que apenas permitía girar con precisión. Pero funcionaban, y eso bastó para que se convirtieran en toda una sensación.

Se dice que el nombre bumper cars (literalmente, «coches que chocan») empezó a usarse en los años 20, cuando se popularizó la versión moderna con parachoques de goma. Desde entonces, han sido una presencia fija en las ferias. Y aunque hoy existen versiones más seguras y coloridas, su esencia no ha cambiado: chocar sin peligro sigue siendo su gran encanto.

¿Quién inventó los coches chocones?

Los inventores fueron los hermanos Max y Harold Stoehrer, de Massachusetts, que patentaron el primer coche de choque en 1920. Su modelo se llamaba Dodgem, y todavía hoy algunos estadounidenses usan ese nombre para referirse a esta atracción. Los Stoehrer desarrollaron un sistema eléctrico con una barra metálica que conectaba el coche con el techo, lo que permitía que se moviera al recibir la corriente.

Años después, el diseño se mejoró y se expandió por Europa bajo distintas marcas y versiones. Así nació el coche de choque tal y como lo conocemos: con luces, claxon y parachoques blandos que amortiguan cada impacto.

Cómo funcionan realmente los autos de choque

Aunque parezca magia, hay ingeniería detrás. Los coches funcionan gracias a un circuito eléctrico cerrado: la pista metálica del suelo y el techo forman los polos positivo y negativo, mientras una barra con escobilla en el coche permite el paso de la corriente. Cuando se pisa el pedal, el motor eléctrico se activa, y el coche se mueve.

Cuatro autos de choque parados.

La mecánica detrás de la diversión

Cada coche tiene un motor pequeño, un volante de dirección y un sistema de goma que actúa como parachoques. A diferencia de otros vehículos eléctricos, los coches de choque no necesitan batería, ya que obtienen la energía directamente de la pista. De hecho, si miras con atención, verás cómo las chispas saltan en el punto donde la barra del coche toca el techo: esa es la electricidad fluyendo.

Normas ocultas que casi nadie conoce

Aunque la idea es chocar, hay reglas para mantener la seguridad y el orden. Los conductores deben moverse siempre en la misma dirección y evitar los choques frontales. Además, los coches no pueden tener objetos sueltos ni estar ocupados por más peso del permitido. Estas normas garantizan que todos puedan disfrutar sin peligro, aunque la sensación sea la de conducir sin reglas.

Sonido y claxon

Uno de los elementos más característicos es el claxon de los coches de choque, ese sonido metálico y agudo que se mezcla con la música de fondo. En los años 80 y 90, era habitual escuchar la famosa canción de los coches de choque en las ferias, un tema pegadizo que marcaba el ritmo de cada choque. Hoy, las versiones más modernas siguen conservando ese ambiente entre nostálgico y festivo.

Autos de choque naranjas.

Voltaje y electricidad

Los coches funcionan con un voltaje bajo, normalmente entre 48 y 90 voltios, suficiente para moverlos sin riesgo. Todo el sistema está diseñado para ser completamente seguro, incluso si alguien toca la pista metálica o el coche se detiene de golpe. Cada pieza, desde el volante hasta las ruedas, está recubierta o aislada para evitar descargas eléctricas.

Los coches de choque en PortAventura World

En PortAventura World, los coches de choque también tienen su espacio. Hay dos versiones distintas según la edad y el tipo de experiencia que busques. Para los más pequeños está Buffalo Rodeo, en el área de Far West, donde los niños pueden conducir sus propios mini bólidos en un entorno divertido y seguro. Es su primer contacto con la emoción de conducir y chocar, todo bajo la ambientación del Oeste.

Niñas en Buffalo Rodeo.

Para los adultos y jóvenes, la versión más intensa es Wild Buffalos, también en el área de Far West. Esta atracción mantiene la esencia clásica de los coches de choque, pero con un toque moderno: luces, música y la ambientación del lejano Oeste. Está pensada para quienes disfrutan del caos divertido de los choques, pero con la seguridad y el detalle visual que caracteriza a las atracciones de PortAventura World.

Familia subida en los autos de choque.

Ambas versiones forman parte de esas experiencias que nunca fallan, como los toboganes o las dark rides del parque: clásicos reinventados para que cada visita tenga algo de nuevo y algo de familiar al mismo tiempo.

FAQ sobre coches locos o chocones

¿A qué edad se puede montar en coches de choque?

Depende del modelo y del parque, pero, por lo general, los coches de choque para niños y niñas permiten subir a partir de los 4 o 5 años, siempre acompañados de un adulto. Los modelos para adultos suelen tener un mínimo de altura, no de edad, para garantizar que puedan manejar el volante con seguridad.

¿Son seguros?

Totalmente. Los coches están diseñados con parachoques de goma, sistemas eléctricos de baja tensión y normas estrictas de conducción. Además, los operarios revisan constantemente que todo funcione correctamente. Así que sí, los coches chocones son una de las atracciones más seguras y divertidas que existen, perfectas para todas las edades.

Detrás de cada choque, de cada giro y de cada claxon hay una historia. Los coches de choque siguen siendo una de las formas más sencillas y efectivas de sentirse niño otra vez. Y aunque el mundo de las atracciones haya evolucionado con nuevas tecnologías, pocas cosas igualan el placer de conducir sin destino, solo para chocar y reír.