¿Quién no ha subido alguna vez a un tiovivo? El tiovivo, con sus caballitos que suben y bajan y la música que los acompaña, lleva siglos conquistando a niños y adultos por igual. En este post descubrirás por qué se llama «tiovivo», cómo nació esta atracción, cuál es la historia del tiovivo, qué partes tiene y dónde podemos encontrarlo en PortAventura World.
¿Qué es un tiovivo y por qué se llama así?
Un tiovivo es una plataforma circular giratoria adornada con figuras, normalmente caballos, sobre las que los pasajeros montan mientras la estructura gira al ritmo de una música de tiovivo característica, generalmente protagonizada por un organillo.
La teoría más popular sobre su origen tiene como protagonista al «tío Esteban», un vendedor madrileño que regentaba un carrusel en 1834 en Madrid. Durante una dura epidemia, sus vecinos pensaron que había muerto al no verlo aparecer durante un tiempo por su carrusel. La sorpresa llegó cuando, un día, lo encontraron de nuevo en el mismo lugar de siempre y exclamaron: «¡El tío está vivo!». Con los años, «tiovivo» se acabó usando para designar a cualquier carrusel de feria.
El origen del tiovivo
El tiovivo no tiene un único origen, sino más bien varios. Todas estas raíces han sido fundamentales a lo largo de la historia para que el tiovivo sea tal y como lo conocemos hoy en día:
- Raíces medievales: se cree que los caballeros de la edad media entrenaban con una estructura parecida a un carrusel, que iba girando para mejorar sus habilidades a caballo.
- Carruseles modernos: estas estructuras fueron desarrollándose y mejorando para que, a partir de los siglos XVIII y XIX, se empezaran a usar de forma lúdica. En un inicio, estaban tirados por animales e incluso personas, aunque más tarde se implementaron motores de vapor.
- Consagración: ya adentrados en el siglo XIX, su popularidad alcanzó su punto más elevado, convirtiéndose en un imprescindible en ferias y parques de atracciones.
Como curiosidad, el primer tiovivo de España se instaló en 1812 en Vitoria-Gasteiz.